Hoy me gustaria hablaros sobre como dirigirnos y nombrar a personas importantes:
Tratamientos
A la hora de relacionarnos con una una persona, ya sea presentándola, hablando con ella o escribiéndole una carta, es fundamental conocer el tratamiento que debemos utilizar al dirigirnos a ella. Para presentar, para escribir una carta o para cualquier actividad que nos haga dirigirnos a otra persona, deberemos utilizar el tratamiento adecuado.
Los tratamientos pueden venir definidos por razones de cargo o por razones de méritos. Los tratamientos por razones de cargo suelen ser limitados en el tiempo (cargo empresariales, políticos, etc.), mientras que los determinados por razones de méritos (o título) suelen ser vitalicios, es decir perduran en el tiempo mientras lo haga la persona que ostenta el mérito o título. La utilización del tratamiento adecuado, es un símbolo de respeto hacia la persona que nos dirigimos.
El tratamiento más generalizado es el tratamiento de Señor Don / Sra. Da., que utilizamos para dirigirnos a la mayoría de las personas. Existe una manera errónea y muy extendida de utilizar estos dos elementos por separado (utilizar el Señor con el nombre de pila o el Don con el apellido Señor Carlos o Don Rodríguez). Siempre debemos utilizar el Señor con el apellido y el Don con el nombre de pila, o utilizar la fórmula completa Señor Don con el nombre completo de la persona a la que nos dirigimos.
Cuando concurran circunstancias en determinadas personas, que tengan mas de un cargo o mérito, siempre se debe utilizar el tratamiento de más alto rango que le corresponda. Otro detalle a tener en cuenta, es que la utilización del título nobiliario no debe ir precedida de “Señor”, ya que esta particularidad sólo queda destinada al personal de servicio de la persona. (Señor Marqués, Señor Conde ... etc).
En caso de duda en la utilización de un tratamiento, lo mejor es consultar, o poner el inmediato superior. Es mejor tratar a una persona con un grado superior que inferior.
El trato
Cuando nos presentan a una persona o conversamos con otras, siempre y por defecto el tratamiento debe ser de “usted”.
No se puede utilizar el “tú” de forma directa, aunque tengamos alguna excusa para justificar este tratamiento (es más joven que nosotros, es un empleado de un establecimiento, etc). Lo correctamente aceptado es utilizar siempre la fórmula de “usted” hasta que el propio interesado nos indique lo contrario, y sino lo hace, debemos seguir utilizando siempre el “usted”.
Tutear no significa ser más moderno o ser más abierto, sino que se valora como una considerable falta de educación e incluso de respeto hacia la otra persona.
Se debe evitar el tuteo tanto en las relaciones laborales como sociales, si no se indica lo contrario, aunque existen algunas ocasiones en que se asimila sin una proposición previa: cuando nos presentan a una persona de nuestra misma edad y similar categoría, una presentación entre amigos, compañeros de trabajo, etc., pero lo más prudente es siempre empezar por el tratamiento de “usted”.
Se debe evitar el tuteo tanto en las relaciones laborales como sociales, si no se indica lo contrario, aunque existen algunas ocasiones en que se asimila sin una proposición previa: cuando nos presentan a una persona de nuestra misma edad y similar categoría, una presentación entre amigos, compañeros de trabajo, etc., pero lo más prudente es siempre empezar por el tratamiento de “usted”.